O'Barry fue el entrenador de los delfines que aparecen en la serie de televisión "Flipper" (1964-1967) antes de convertirse en un activista en defensa de los cetáceos y aparecer en el oscarizado "The Cove" (2009), documental que narra la caza anual de delfines en la localidad de Taiji, en la prefectura japonesa de Wakayama (sur).
A su llegada al aeropuerto de Narita, el personal de inmigración acusó a O'Barry de ser el responsable de la película y de estar relacionado con la ONG de protección medioambiental Sea Sheperd, observadora de la pesca de delfines en el país asiático, según recoge un comunicado publicado hoy en Ric O'Barry's Dolphin Project.
Aunque no es la primera vez que las autoridades niponas detienen al activista de 76 años para ser interrogado a su llegada al país, "nada de esta magnitud ha sucedido antes".
"Éste es un intento desesperado del Gobierno japonés para ocultar las atrocidades que se cometen en Taiji", denunció el hijo del activista, Lincoln O'Barry, quien explicó que el abogado de su progenitor organiza un "desafío legal" para evitar su deportación.
Taiji está considerada la cuna de la pesca de cetáceos en Japón y desde hace décadas practica la captura de delfines tanto como para consumo como para cautiverio.
Ric O'Barry se
dio a conocer en la década de 1960 por capturar y entrenar a cinco
delfines hembra que fueron usadas para la famosa serie de televisión Flipper.
Poco después de que uno de sus delfines (Cathy) muriera en sus brazos,
O'Barry cambió entrenar a delfines en cautividad por combatir firmemente
contra la cautividad de animales. O'Barry ha destacado en la
realización de The Cove,
un documental que usando técnicas encubiertas sacó a la luz la anual
caza de delfines en emigración en las costas de Taiji, Japón. Os recomiendo vivamente ver este duro pero necesario documental.
Tras la muerte de unos de sus delfines, un delfín mular llamado Cathy, no pudo negar más lo que él veía como una severa y fatal consecuencia de la cautividad que él había ayudado a crear. O'Barry afirma que Cathy se había suicidado, apoyándose en el hecho universal que los cetáceos son animales que respiran voluntariamente. A diferencia de los humanos, los cetáceos eligen cuando respirar y cuando no. Según O'Barry, tras unas semanas de depresión Cathy nadó hacía sus brazos, inhalo aire a través de su orificio nasal y no volvió a tomar otro (esto es debido a que los delfines no respiran de manera automática como los humanos, cada inhalación de aire supone un esfuerzo para el mamífero).
Recordad: The Cove. Un documental muy necesario.
A su llegada al aeropuerto de Narita, el personal de inmigración acusó a O'Barry de ser el responsable de la película y de estar relacionado con la ONG de protección medioambiental Sea Sheperd, observadora de la pesca de delfines en el país asiático, según recoge un comunicado publicado hoy en Ric O'Barry's Dolphin Project.
Aunque no es la primera vez que las autoridades niponas detienen al activista de 76 años para ser interrogado a su llegada al país, "nada de esta magnitud ha sucedido antes".
"Éste es un intento desesperado del Gobierno japonés para ocultar las atrocidades que se cometen en Taiji", denunció el hijo del activista, Lincoln O'Barry, quien explicó que el abogado de su progenitor organiza un "desafío legal" para evitar su deportación.
Taiji está considerada la cuna de la pesca de cetáceos en Japón y desde hace décadas practica la captura de delfines tanto como para consumo como para cautiverio.
Flipper
Tras dejar la Armada, O'Barry comenzó a entrenar delfines en los sesenta con el Seaquarium de Miami. Al mismo tiempo fue contratado para la serie Flipper. Aunque O'Barry admite que era consciente de la admirable inteligencia de los mamíferos con los que trabajaba, también atestiguar que lo ignoraba en comparación con la gran fortuna que estaba adquiriendo gracias a la serie. En sus propias palabras "Era joven, tenía un trabajo glamoroso, conducía un Porsche, todo era fácil".Tras la muerte de unos de sus delfines, un delfín mular llamado Cathy, no pudo negar más lo que él veía como una severa y fatal consecuencia de la cautividad que él había ayudado a crear. O'Barry afirma que Cathy se había suicidado, apoyándose en el hecho universal que los cetáceos son animales que respiran voluntariamente. A diferencia de los humanos, los cetáceos eligen cuando respirar y cuando no. Según O'Barry, tras unas semanas de depresión Cathy nadó hacía sus brazos, inhalo aire a través de su orificio nasal y no volvió a tomar otro (esto es debido a que los delfines no respiran de manera automática como los humanos, cada inhalación de aire supone un esfuerzo para el mamífero).
Recordad: The Cove. Un documental muy necesario.
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